42. Es necesario invertir mucho más en investigación para entender mejor el comportamiento de los ecosistemas y analizar adecuadamente las diversas variables de impacto de cualquier modificación importante del ambiente. Porque todas las criaturas están conectadas, cada una debe ser valorada con afecto y admiración, y todos los seres nos necesitamos unos a otros. Cada territorio tiene una responsabilidad en el cuidado de esta familia, por lo cual debería hacer un cuidadoso inventario de las especies que alberga en orden a desarrollar programas y estrategias de protección, cuidando con especial preocupación a las especies en vías de extinción.

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En una línea que complementa lo que nos decía san Juan Pablo II en su Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz de 1990, Francisco nos propone conocer la realidad y saberla valorar en toda su riqueza, global y especie a especie. Algo así como aquéllo de que «conocer es amar» de san Agustín, pero en este caso referido al medio ambiente, al entorno que nos rodea y del que nosotros somos «la otra mitad», la que está más acá de lo que percibimos. Esta conjunción de las dos «mitades» es la que puede facilitarnos la conversión interior necesaria para cambiar nuestra actitud de fondo y poner en primer término la protección del medio y de los seres que lo habitan. Son una parte importante de nosotros mismos.

Y una pequeña prueba de lo que estamos diciendo la tenemos muchos de los ya «maduritos» en el recuerdo, cuando aquéllas noches viendo el documental de TVE «El hombre y la Tierra» nos enseñaban algo más de la belleza de nuestro entorno y de la necesidad de mantenerlo y cuidarlo.

Miguel Ángel