«En Dios vivimos, nos movemos y existimos» (Hch 17, 28).

Ver las lecturas de hoy, 18 de diciembre.

Legítimo (Jer 23). ¿Qué sería hoy un gobernante legítimo? El que escucha y acoge a los gobernados, a todos los gobernados, sin despreciar a nadie, y se mueve por la justicia y la paz. ¿Cuántos hay de estos?

Confía (Sal 71). Sólo en esas condiciones puede darse una auténtica confianza en el gobernante. Pero también hay que aprender a confiar como pueblo: a aceptar, a asumir la diferencia, a participar en la empresa común, independientemente de quien gobierne.

Acoger (Mt 1). Frente a lo diferente, a lo que cambia el paso (y la vida), la actitud fundamental es la de la acogida. Sólo esta actitud genera comunidad, sólo ella mantiene la esperanza, aún en la dificultad (como la que vivió María).

Deberíamos hacer de la acogida la marca fundamental de nuestras sociedades: una acogida que nos lleve al diálogo, al respeto, a la justicia… Los primeros acogidos hemos sido nosotros, todos y cada uno: por Dios, por la vida, por la Tierra, por nuestros padres, por tantos y tantas conciudadanos/as nuestros/as…

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