LS 35 Y 36. Valorar el impacto ecológico de nuestra actividad

35. Cuando se analiza el impacto ambiental de algún emprendimiento, se suele atender a los efectos en el suelo, en el agua y en el aire, pero no siempre se incluye un estudio cuidadoso sobre el impacto en la biodiversidad, como si la pérdida de algunas especies o de grupos animales o vegetales fuera algo de poca relevancia. Las carreteras, los nuevos cultivos, los alambrados, los embalses y otras construcciones van tomando posesión de los hábitats y a veces los fragmentan de tal manera que las poblaciones de animales ya no pueden migrar ni desplazarse libremente, de modo que algunas especies entran en riesgo de extinción. Existen alternativas que al menos mitigan el impacto de estas obras, como la creación de corredores biológicos, pero en pocos países se advierte este cuidado y esta previsión. Cuando se explotan comercialmente algunas especies, no siempre se estudia su forma de crecimiento para evitar su disminución excesiva con el consiguiente desequilibrio del ecosistema.

36. El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener. En el caso de la pérdida o el daño grave de algunas especies, estamos hablando de valores que exceden todo cálculo. Por eso, podemos ser testigos mudos de gravísimas inequidades cuando se pretende obtener importantes beneficios haciendo pagar al resto de la humanidad, presente y futura, los altísimos costos de la degradación ambiental.

Imagen enlazada de http://www.bcaconsultora.com/wp-content/uploads/2015/03/impacto-ambiental.jpg

Continúa la exposición de comportamientos humanos negativos que inciden de forma nefasta en el medio ambiente: en otras especies, en el entorno que le dejamos a nuestros herederos. Y todo por nuestro sistema de vida, centrado en el beneficio económico, sobre todo a corto plazo. Se desprecian las especies animales y vegetales como se desprecia a los seres humanos emprobrecidos o marginales, convirtiendo su desaparición en «daños colaterales» del progreso… Sin embargo, esa desaparición muestra vivamente la falta de respeto por la vida de nuestro sistema económico.

Nada más alejado de todo eso la propuesta que nos hace la canción que hoy traemos a estas páginas. Un estilo de vida en las antípodas del que estamos describiendo. Así descansamos un poco de tanta negatividad, y recordamos la capacidad de positividad que hay en nuestras vidas.

Miguel Ángel

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