Octava previa a la Navidad. Convertir el corazón: ACTITUDES
Sábado 24. Gozo y Celebración [244]
Lecturas de la misa del día:
2 Sam 7,1-5.8b-12.14ª.16
Sal 88, 2-5.27.29
Lc 1, 67-79
Convertir la mirada y la manera de pensar:
Caminemos cantando. Que nuestras luchas y nuestra preocupación por este planeta no nos quiten el gozo de la esperanza. [244]
Hemos sustituido la alegría por la diversión y la fiesta por el ocio. En los días que se acercan intentaremos compulsivamente multiplicar las sensaciones placenteras -comidas, bailes, copas, regalos, espectáculos… – y evitar las complicaciones. Pero Jesús nos dijo: «he venido a este mundo para que vuestra alegría sea completa» (Jn 15, 11) y se complicó la vida «hasta el extremo». ¿Dónde está el tesoro de la alegría? ¿Cuál es el motivo de la fiesta? Es Jesús: el regalo de Navidad de Dios al mundo. Como dice Francisco: «La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento» (EG nº 1).
Convertir el estilo de vida y comportamiento:
Se puede necesitar poco y vivir mucho, sobre todo cuando se es capaz de desarrollar otros placeres y se encuentra satisfacción en los encuentros fraternos, en el servicio, en el despliegue de los carismas, en la música y el arte, en el contacto con la naturaleza, en la oración [223].
→ Una propuesta práctica: Regalo esta Nochebuena y en la Navidad un momento de placer de impacto ambiental y social positivo a quienes conviven conmigo.
Convertir el corazón y el espíritu:
«Bendito sea el Señor Dios de Israel porque nos ha mostrado que la fiesta y la alegría no dependen de las cosas que tenemos, los problemas que evitamos o los éxitos que conseguimos sino de la entrañable misericordia de nuestro Dios, gracias al cual nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz».