Tercera semana. Convertir el comportamiento: LÍNEAS DE ACCIÓN
Viernes 16. Las imprescindibles redes comunitarias [219]
Lecturas de la misa del día:
Is 56, 1-3a 6-8
Salmo 66
Jn 5, 33-36
Convertir la mirada y la manera de pensar:
Sin embargo, no basta que cada uno sea mejor para resolver una situación tan compleja como la que afronta el mundo actual. Los individuos aislados pueden perder su capacidad y su libertad para superar la lógica de la razón instrumental y terminan a merced de un consumismo sin ética y sin sentido social y ambiental. A problemas sociales se responde con redes comunitarias, no con la mera suma de bienes individuales. [219]
Hace apenas unas décadas la forma de vida era más colectiva. Todas las personas se sabían pertenecientes a un colectivo: a un pueblo, a un barrio. Esto ha cambiado. El individualismo, la pretendida búsqueda de libertad y el anonimato de las grandes ciudades han conseguido minimizar aquellos lazos que nos dotaban de una mayor humanidad. Ahora renace con fuerza la oportunidad de disfrutar de la riqueza que supone para nuestras vidas el encuentro con otras personas. Observo cómo anda mi vida en esta dimensión.
Convertir el estilo de vida y comportamiento:
«Las exigencias de esta tarea van a ser tan enormes, que no hay forma de satisfacerlas con las posibilidades de la iniciativa individual y de la unión de particulares formados en el individualismo. Se requerirán una reunión de fuerzas y una unidad de realización». La conversión ecológica que se requiere para crear un dinamismo de cambio duradero es también una conversión comunitaria. [219]
→ Una propuesta práctica: Hoy voy a dedicar un rato del día a sentarme a hablar con las personas con las que convivo: mis familiares, mis hermanos de comunidad, mis vecinos. Vamos a ponernos de acuerdo en una acción sencilla que podamos llevar adelante entre todos para mejorar la situación de alguien de nuestro entorno.
Convertir el corazón y el espíritu:
La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra, y la justicia mira desde el cielo. (Salmo 84)
Voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo
porque no es lo que importa llegar solo ni pronto,
sino llegar con todos y a tiempo.
(León Felipe)