2. Este santo del amor fraterno, de la sencillez y de la alegría, que me inspiró a escribir la encíclica Laudato si’, vuelve a motivarme para dedicar esta nueva encíclica a la fraternidad y a la amistad social. Porque san Francisco, que se sentía hermano del sol, del mar y del viento, se sabía todavía más unido a los que eran de su propia carne. Sembró paz por todas partes y caminó cerca de los pobres, de los abandonados, de los enfermos, de los descartados, de los últimos.
Constatada la dificultad del planteamiento que encierra la encíclica, el Papa enseguida nos ofrece el modelo: Francisco de Asís. Un hombre amante, alegre y sencillo, conectado con la creación y conectado especialmente al resto de seres humanos, que supo caminar con quienes más lo necesitaban.
No es fácil lo que pretende Francisco, no. No es fácil, pero sí sencillo: dejar ser a la persona que somos. Una persona conectada con la naturaleza. Una persona vinculada a los hermanos. Una persona que acompaña a quien lo necesita. Una persona que acoge y recibe en paz.
Aquí va el proyecto: Sentirse uno con todos, con cariño y respeto. Viviendo una vida sencilla, liberada de tantas ataduras que nos imponemos (de falsas necesidades) y alegre desde el agradecimiento por tantos dones recibidos, en la Creación y en l@s herman@s. Convertirnos en sembradores de paz, calma, sosiego, confianza... ¡Tan difícil en estos momentos que nos toca vivir! Cuánto ayuda en estos momentos sentir (¡saber!) que no estamos solos, que somos con otros: para servir, cuidar, disfrutar el regalo de la fraternidad.
Y para ello nos vamos preparando. Caminaremos juntos. A ver hasta dónde somos capaces de llegar.
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Sentirse uno con todos..con cariño y respeto, viviendo una vida sencilla, liberada de tantas ataduras que nos imponemos de falsas necesidades y alegre desde el agradecimiento por tantos dones recibidos en la Creación y en los herman@s.
Sembradores de paz, calma, sosiego, confianza, tan difícil en estos momentos que nos toca vivir.Cuanto ayuda en estos momentos, sentir que no estamos solos, que somos con otros, para servir, cuidar, disfrutar el regalo de la fraternidad.
Muchas gracias, Teresa. Tu comentario, compartido, ha quedado incluido en la entrada. Así iremos haciendo camino…