La invitación que se nos hace en el día de hoy es a hacernos conscientes del agua, un don que no sólo es limitado, sino que además es un don para toda la creación. Tenemos que dejar de sentirnos el ombligo del universo, y hacernos conscientes de que compartimos un hogar y unos recursos con todos los seres creados.
Hagamos, pues, un uso responsable del agua. Un uso que pueda ser compartido con nuestro entorno, con todas las personas y con todos los seres vivos. Y, a ser posible, un uso que permita que ese mismo agua pueda seguirse utilizando después de haber pasado por nuestras manos.