Seguimos con el itinerario de la Red Medioambiental de la Comunión Anglicana y del Movimiento Católico Mundial por el Clima (página 8), y nos encontramos con las consecuencias que nuestras acciones, en este caso a través del cambio climático, tienen sobre las vidas de otras personas, tal y como nos cuenta Azwini Ngum, de Camerún. Nos hacemos solidarios con sus dificultades, y valoramos qué cambios podemos introducir en nuestras vidas para hacerlas menores y más llevaderas.
Y leemos en las lecturas del día:
Grita a pleno pulmón, no te contengas;
alza la voz como una trompeta,
denuncia a mi pueblo sus delitos,
a la casa de Jacob sus pecados…
Este es el ayuno que yo quiero:
soltar las cadenas injustas,
desatar las correas del yugo,
liberar a los oprimidos,
quebrar todos los yugos,
partir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo,
cubrir a quien ves desnudo
y no desentenderte de los tuyos. (Is. 58)
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán (Mt. 9)